Dada la situación actual en los medios generada por la ya conocida "gripe porcina", la sugerencia es utilizar un lenguaje sencillo y claro. Lo que hemos vivido en esta semana pasada sirve para que nos demos cuenta del poder que tienen los medios de comunicación, en general, y de los efectos de la palabra en el humano, en particular.
Hubo quien con el solo hecho de sentarse a ver las noticias, terminaba reportando algún síntoma asociado a la influenza, abrumado por todo lo que se decía.
Aquellos que estornudaban se les veía como infestados, portadores de un tremendo mal; se interrumpieron besos, abrazos, saludos, se usaban cubre-bocas incluso estando a solas.
La gente se vio en la necesidad de recluirse en sus casas, se suspendieron las clases; se cerraron antros, restaurantes, museos, cines, y demás lugares de esparcimiento, no solo de la diversión, sino del virus, antes mal llamado de influenza porcina, hoy Influenza de tipo A H1N1.
A pesar del estado de alarma de hace una semana, hoy el panorama se muestra más esperanzador.
El domingo en el programa Cambios con el Arq. Benavides el Secretario de Salud del Estado de Nuevo León, Gilberto Montiel, comentó que no hay casos registrados en el estado que presenten Influenza A H1N1, que los pocos registrados son influenza estacional, esa que se viene dando desde hace algunos años y que no causa mayor problemas.
Sus comentarios y respuestas, como las del resto de los panelistas fueron claras y puntuales, estuvieron epidemiólogos, un director de hospital privado, un psiquiatra, incluso un economista.
Llama la atención que la misma forma de preguntar y –disque- sintetizar la información de parte del Arq. no hacía más que crear confusión donde precisamente no la había.
Por lo que -como se dice en los medios- la psicosis, histeria, paranoia, ¿no se estará produciendo precisamente por la forma en la que se transmiten las noticias, de manera alarmista, con la intensión de elevar el rating? ¿Metiendo miedo en la población para así conquistar? ¿No están produciendo eso mismo los spot de los candidatos de la localidad, haciendo reiteradamente referencia al miedo con el que vivimos? Este espacio no dispone de la extensión como para definir psicosis, histeria y paranoia, pero de igual manera intentaremos decir algo.
Psicosis, Histeria y paranoia son utilizadas en los medios en sentido de alarma. La psicosis no es más que una estructura humana, como la paranoia, donde el saber está afuera.
Se puede decir que es una enfermedad mental, como lo plantea la psiquiatría, o una estructura constituyente de todo humano, en tanto que intentamos darle sentido a la vida mediante el conocimiento, que es un tipo de delirio, con sus respectivos grados y diferencias de sujeto a sujeto.
La histeria no es una cuestión de exageración femenina, sino del hecho humano de estar dividido entre el organismo y el hablar: lo que deseamos (pensamos, sentimos, etc.) tenemos que ponerlo en palabras, de ahí que todos seamos histéricos, en tanto seres hablantes; no hay deseos naturales, se nos dice que y como desear, en este caso, se nos dice que hay que hacer y pensar entorno a la influenza.
Pero no por ello se suprime la reflexión y la critica. En este caso de la influenza, podríamos tomar ciertas medidas básicas de higiene, que siempre debieran estar presentes y tratar de seguir con las actividades cotidianas.
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