Miguel Gallegos es Vicepresidente para América del Sur de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP) para el período 2023-2025.
-¿Sobre qué están trabajando en la SIP?
-Una de las líneas de trabajo se relaciona con el estudio de la formación académica y la profesionalización de la psicología, desde una perspectiva comparada en la región de América Latina y el Caribe. Se trata de una línea de trabajo de más de 20 países, la cual es compartida con numerosos colegas del país de Argentina (Buenos Aires, San Luis, Córdoba, La Plata, Mar del Plata, etc.) y la región. Precisamente, desde la SIP se encuentra bajo mi coordinación un proyecto relativo a la actualización de los datos sobre la enseñanza, práctica profesional y práctica profesional de la psicología en las Américas, denominado Proyecto Julio Villegas, en honor al colega chileno fallecido hace unos años, quien lideró, entre muchos otros colegas, un trabajo fenomenal sobre el estado de situación sobre la enseñanza y formación académica en psicología en todos los países de las Américas, y que se publicará en tres libros compilados hace más de 20 años por la SIP. La idea con este nuevo proyecto no sólo es actualizar los datos curriculares, académicos, acreditación de carreras y formación de grado, sino también incluir la formación de posgrado, la investigación y el quehacer profesional en psicología, cuyos aspectos no alcanzaron a trabajase 20 años atrás y que hoy constituyen una parte importante del campo de especialización y desarrollo de la psicología.
Otra línea de trabajo, que se delineó a partir del COVID-19 en el 2020, se relaciona precisamente con el impacto de la pandemia sobre la salud mental de la población y el posicionamiento de los profesionales de la psicología ante la demanda de atención de diferentes problemas visualizados con la contingencia sanitaria internacional. Esta nueva línea de trabajo hoy continúa focalizada en los asuntos relativos a la profesionalización en el campo de la salud mental. En este y otros proyectos han participado números colegas de la región, más 50 investigadores, muchos de los cuales están vinculados con las actividades de la Sociedad Interamericana de Psicología; esto evidencia, sin dudas, el potencial de este tipo de sociedades para generar vínculos y redes de trabajo colaborativo.
-¿Qué conclusiones puede indicar sobre último Congreso de la SIP realizado en junio pasado en Paraguay?
-Principalmente fue el momento de volver a reunirnos con la comunidad interamericana de colegas, ya que fue el evento internacional que logró retomarse presencialmente luego de la pandemia COVID-19. Participaron gran cantidad de colegas y estudiantes de las Américas, y numerosos colegas de Paraguay de diferentes localidades. De Argentina hubo una gran presencia de profesionales e investigadores, principalmente de Buenos Aires, Rosario, San Luis, La Plata, Misiones, etc. También concurrieron representantes de colegios profesionales y sociedades científicas de psicología de varios países: Perú, Colombia, Paraguay, Chile, Ecuador, Brasil, Estados Unidos, México, Guatemala, etc. Se otorgaron premios y distinciones en diferentes categorías a profesionales y estudiantes destacados de la psicología en las Américas, por sus trayectorias y trabajos realizados. Se reunieron diferentes grupos de trabajo en diversas áreas de la psicología, se establecieron nuevos convenios de cooperación interinstitucional y se fortificaron lazos de cooperación científica y académica, entre otras gestiones. Hubo una gran cantidad de presentaciones de libros, además de simposios y mesas de debate, sobre diferentes temáticas de la psicología.
-¿Qué temas se abordaron?
-Al tratarse de un congreso general, es decir, abierto a todas las áreas de psicología, se visualizaron numerosas exposiciones en múltiples campos de actividad profesional. Como suele ser costumbre, hubo gran cantidad de trabajos en las áreas de la psicología de la salud, clínica y hospitalaria. También en el área de la psicología educativa se expusieron diversos trabajos. Varias presentaciones fueron volcadas en el eje de historia y epistemología de la psicología. Otras áreas de gran concentración de trabajos fueron la psicología social comunitaria y los estudios de género, además de numerosos trabajos relativo a la psicología y la pandemia por COVID-19. Entre los campos emergentes se visualizaron algunos trabajos sobre migraciones, psicología del deporte, psicología rural, psicología de la paz, psicología del consumidor, etc.
Fueron invitados conferencistas de nivel internacional de diferentes países de las Américas. Entre las numerosas conferencias, puede indicarse la presentación de Antonio Puente, ex presidente de la Asociación Americana de Psicología, quien disertó sobre el futuro de la psicología en nuestro continente. María Cristina Richaud de Argentina abordó la situación familiar y el desarrollo cognitivo y afectivo de los niños vulnerables en población urbana y rural. Norma Coppari de Paraguay, quien fue distinguida en el evento por su trayectoria profesional, habló de una temática emergente relativo al cambio climático y la salud ambiental. Hugo Klappenbach de Argentina, quien también recibió un premio internacional por su trayectoria, discutió acerca de la historia decolonial de la psicología a nivel internacional. Sebastián Urquijo de Argentina presentó los resultados de sus investigaciones relacionadas con los efectos emocionales de la pandemia y el aislamiento en personas mayores. Tania Rocha Sánchez de México, colega que también fue distinguida por su trabajo profesional, habló de la diversidad sexual, la violencia y salud mental, y también sobre los aportes de las epistemologías feministas a la psicología, entre otras presentaciones.
-¿Cuáles son para usted las nuevas prácticas en Psicología?
-Las nuevas prácticas, más bien, habría que situarlas en relación con las nuevas demandas sociales, las cuales constituyen áreas emergentes o bien plantean un incremento de la demanda para la actuación profesional en psicología. Entonces, más que nuevas prácticas, se visualiza una extensión de la psicología hacia nuevos temas y problemas. En esa dirección, en el congreso estuvieron representadas por algunos profesionales que abordaron temáticas ligadas al género, la violencia, la diversidad sexual, el cambio climático, la psicología de la paz, las contribuciones de la psicología rural, la psicología deportiva, los temas ligados a la movilidad humana y migraciones, etc. Estos temas se han podido visibilizar en la conformación de nuevos grupos de trabajo dentro de la Sociedad.
Igualmente, es importante señalar que el campo de la psicología y su actuación profesional se ha diversificado desde hace más de dos décadas, por lo que se han generado nuevas áreas de investigación, especialización e intervención profesional.
-¿Qué dilemas encuentra en la Psicología?
-Mencionaría tres asuntos cruciales, aunque hay muchos más. Una cuestión, relacionada con lo anterior, se refiere a los procesos de formación académica y profesional en psicología. Generalmente ocurre que la realidad impone un conjunto de temas y problemas que tardan en ser incorporados en los currículos de formación universitaria, por lo que siempre sugiero que los planes de estudios tengan la flexibilidad necesaria para no estar desfasados con la realidad. En este punto, también resulta de vital importancia una actualización continua de los profesores y el desarrollo de investigaciones psicológicas, para que puedan estar a tono con las nuevas demandas y problemáticas sociales.
Otro aspecto, también articulado con lo anterior, se encuentra en la importancia de que el conocimiento científico generado en los claustros académicos y científicos de la psicología logre llegar a su destino, es decir, sean transferidos realmente a la sociedad. Existe una gran cantidad de aportes psicológicos que sólo llega a mano de nuestros pares, y no logra tener el impacto social que podría realmente tener. Para esto se requiere contar con habilidades profesionales y recursos específicos, lo que implica un desafío para las organizaciones psicológicas a la hora de generar instancias de divulgación, articulación y transferencia de los conocimientos.
El tercer desafío, también conexo con los otros dos anteriores, se refiere a la importancia de que los aportes de la psicología y el profesional de la psicología tengan una mayor incidencia en las políticas públicas. Si bien la psicología ha incrementado su presencia en el medio público, todavía falta que su campo de especialidad logre tener mayor presencia en el diseño de las políticas públicas de los gobiernos. Para esto no alcanza con decir que hacemos todo lo necesario y nos quedamos esperando a ser convocados, porque sabemos que existen relaciones de fuerzas y múltiples intereses, más bien, hay que ser activos y propositivos. De ese modo se han logrado anteriormente conquistas para el campo psicológico. Pero para ello, tenemos por delante el desafío de estimular desde la formación universitaria las competencias profesionales, éticas y deontológicas para el desempeño público de los profesionales, lo que requiere un trabajo en conjunto y sostenido con los colegas más allá de las fronteras de una región.
Miguel Gallegos es Profesor de la Facultad de Psicología, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, CONICET, Argentina. Doctor en Psicología por la UNR. Doctor en Educación por la Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil. Posdoctorado por la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Católica de Minas Gerais, Brasil, la Universidad Nacional de Córdoba y la Universidad Nacional de Rosario, Argentina. Vicepresidente para América de la Sur de la Sociedad Interamericana de Psicología, 2023-2025.