-¿Cuál es el objetivo de la psicología perinatal?
-El ingreso de psicólogos perinatales en el campo de la medicina perinatal colabora y permite abordar la problemática de las situaciones críticas de nacimiento introduciendo una perspectiva psicológica y aportando estrategias de intervención psicosociales al trabajo interdisciplinario. De esta manera, dentro de este paradigma, se crea un lugar de inserción para el Psicólogo Perinatal, cuya labor implica modalidades de intervención y la creación de dispositivos de abordaje específicos para la atención materno-neonatal integral. Uno de los objetivos principales de la psicología perinatal es el estudio de detección de riesgo psico-social perinatal. La asistencia psicológica perinatal tiene como objetivo la realización de intervenciones vinculares de índole preventiva en salud mental materno-infantil. El primer paso hacia la posibilidad de intervenir preventivamente es la detección temprana de situaciones de riesgo. Por esto, nos propusimos detectar situaciones de riesgo psico-social en el posparto inmediato y/o después del nacimiento.
-¿Cómo suele llegar la demanda
-El equipo de psicología perinatal acompaña diariamente la guardia neonatológica y colabora con obstetras y obstétricas en un trabajo interdisciplinario. El objetivo es ayudar a la madre y el bebé en esta etapa de crisis y vulnerabilidad. Se pudo comprobar que la palabra emerge a partir del momento en que el psicólogo pone el cuerpo junto al de la madre, al del niño y al del equipo médico.
En nuestra formación como psicólogos estudiamos fundamentalmente la función de la palabra. En general se realiza una única entrevista, o varias entrevistas en el mismo día y en diferentes espacios físicos del hospital, nuestra labor consiste en traducir lo más fehacientemente posible, las emociones que está expresando esta madre, y poder llevarlo a un lenguaje suficientemente médico y coloquial para que el otro, el neonatólogo, o enfermera comprenda las emociones de la madre.
La riqueza de esta tarea clínica consiste en crear redes poniendo el cuerpo, para sostener ese lugar de madre, considerando que el maternaje se está desarrollando en ese mismo espacio, y que una herida narcisista a esa nueva categoría en formación, puede implicar el impedimento del desarrollo del maternaje.
Se trata de trabajar en el mismo momento en que transcurren los hechos y en la misma escena, “codo a codo” con los otros profesionales del plantel médico: obstetra, neonatólogo, obstétrica y/o enfermera. A veces en la escena de parto pueden ser 6 ,7 personas las que rodean a una parturienta que está desbordada emocionalmente y que impide proseguir el trabajo de parto- . Si logramos que emerja la palabra para expresar su emoción, ello permitirá un mejor desenlace de la situación.
Esa es la diferencia con los otros en la escena. Consideramos tan valiosa la palabra, como el elemento químico. Sin embargo, para ello es imprescindible meter el cuerpo, Estar, producir lo que no estaba, producir una escena diferente. Estar sosteniendo al bebe y a la madre.
-¿Quién es el sujeto con quien trabaja la psicología perinatal?
-Siempre abordamos el trabajo desde una doble mirada: la mirada puesta en la madre , en el bebé y en el vínculo entre ambos. Obviamente que no dejamos de lado al padre y a la familia.
Consideramos que el proceso de la maternidad – incluyendo en él al embarazo, parto y puerperio - representa una crisis vital y evolutiva que afecta a todo el grupo familiar. La mujer superará esta crisis en función de: su historia personal, su situación psicosocial, su personalidad y la ubicación del bebé en el encadenamiento histórico familiar.
La maternidad debe comprenderse como un hecho que trasciende lo biológico adquiriendo un valor psicológico, social y cultural, lo cual implica poder pensar en el proceso de maternaje. Este proceso se refiere al conjunto de cuidados prodigados al niño, dentro del clima de ternura activa, atenta y continuada, que caracteriza el sentimiento maternal.
-¿Desde qué marco teórico se realiza la psicología perinatal ?
-El trabajo específico que realizamos en la clínica perinatal está sustentado por algunas corrientes del campo del psicoanálisis. Tomamos en consideración las nociones winnicotianas de sostén emocional, y de preocupación maternal primaria, para pensar los procesos psíquicos por los que transita una madre. Incluímos las nociones de maternaje y su diferenciación del acontecimiento biológico de la maternidad, considerando que en ocasiones hay un tiempo psicológico más lento, por el cual la madre biológica se transforma en madre “psicológica”. Recuperamos los conceptos de Racamier sobre maternaje, en tanto proceso psicoafectivo.
Nos ha ayudado mucho en el trabajo clínico perinatal, el concepto de transparencia psíquica de Bidlowski, las concepciones de interacciones precoces que ha aportado al campo perinatal Serge Lebovici; Winnicott conceptualiza la capacidad empática de la madre para entender y responder oportunamente a las necesidades del bebé como Preocupación Materna Primaria. Esta condición psicológica de la madre, caracterizada por un estado de sensibilidad extrema, le permite identificarse plenamente con las necesidades del bebé y así poder satisfacerlas. Para ello, la mujer debe estar sana, lo que supone no sólo su estado psíquico sino también incluye el ambiente social y familiar. Este estado (psicológico) materno se complementa con la situación de dependencia absoluta del bebé, siendo los cuidados pacientes y continuos de la madre los que permiten que el desarrollo se inicie sin que se comprometa la unidad ¨cuerpo-mente¨ del bebé. En consecuencia la función del cuidado materno en estas épocas tempranas será especialmente el sostenimiento.
Durante el proceso de la maternidad se produce una intensa movilización de los aspectos más primarios y una reorganización de la identidad. Estos cambios, requieren ser elaborados para poder ser apropiados internamente, siendo la historia pasada y presente, junto con la estructura de la personalidad y las características del bebé las que configuren las cualidades de la construcción del vínculo entre la madre y el bebé. Dicha configuración biopsicosocial, es abordada por los dispositivos de intervención perinatales (DIP), abriendo un nuevo espacio para la palabra en las maternidades.
-¿En qué consisten los Dispositivos de intervención Perinatal (DIP)?
Uno de estos dispositivos es la Entrevista Psicológica Perinatal (EEP) y tiene por característica, respetar la modalidad de entrevista psicológica semidirigida y a la vez, ser una entrevista de sesión única, con flexibilidad de encuadre. Es decir se trabaja con las madres en la sala de obstetricia, pre parto, parto, o en la unidad de Cuidados Intensivos donde está el bebé internado. La Entrevista Psicológica Perinatal toma en cuenta: el grupo familiar, las características de la pareja, la situación socioeconómica, la historia familiar, la actitud ante el último embarazo, el impacto ante este nacimiento, los problemas físicos y psicológicos suscitados durante el embarazo y los sucesos significativos vividos por la madre durante el último año.
En relación a los temas que surgen durante la entrevista, se registraron aquellos sucesos significativos que aparecen como la preocupación principal de la madre en el momento de la misma, esté o no relacionada con su maternidad. En el inicio de este trabajo nuestra mirada apuntaba a detectar situaciones que afectaban a la madre y su grupo familiar durante el último año; sin embargo, la construcción de este instrumento nos ha permitido constatar la incidencia de ciertos sucesos significativos, tales como muertes de hijos o personas cercanas ocurridas en años anteriores. Asimismo, vivencias traumáticas de la infancia eran muchas veces resignificadas ante la llegada del hijo. En el transcurso de la aplicación de este dispositivo se incorporó el embarazo en sí mismo como un elemento de preocupación, ya sea por problemas físicos o psicológicos asociados al embarazo. Además se detectó el impacto que producía ese nacimiento en la madre y su pareja.
En síntesis mediante la entrevista se contemplan los sucesos significativos de vida (life event) que pueden influir durante el embarazo y parto, con el objetivo de atender psicológicamente a las pacientes e introducir la dimensión psicosocial del nacimiento en las maternidades.
La entrevista, no es un interrogatorio o cuestionario, es un encuentro entre la madre y el terapeuta o entre éstos y el bebé. La psicóloga se pone dispuesta a escuchar, a sostener con la mirada, lo que ambos - madre y bebe- pueden expresar aquello que sienten. Si la madre capta esta atención del terapeuta, puede hablar de lo que más le preocupa o angustia. La entrevista entonces, es una nueva relación que puede reorganizar traumas del pasado por nueva circulación de emociones. Según Molenat al pensar a la madre como un ensamblado o entramado donde se disuelve la dualidad mente-cuerpo, la madre se siente persona, se vuelve a sentir integrada camino a la organización.
Dra. Alicia Oiberman es profesora y directora del Programa de Psicología Perinatal de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Investigadora Independiente del Conicet.